El edificio postulaba ser el centro adminsitrativo, social, cultural y deportivo del Colegio de Arquitectos de Santa Cruz.
Es por esto que se planteó albergar todas estas actividades dentro de una caja que respondiera formalmente a las condiciones climatológicas del terreno, en correspondencia a las necesidades de cada espacio interior. Entre las soluciones generadas, se destaca el tratamiento de fachadas: en la fachada Oeste - donde el Sol golpea con más fuerza - se propone un muro / losa verde con pendiente, mientras que para las fachadas Norte y Este fueron provistos paneles perforados con patrones paramétricos según la radiación solar que afecta a cada una.